1. La más antigua

Dinamarca ostenta la bandera más antigua del mundo. La “Dannenbrog” (nombre con el que se le conoce) lleva ondeando desde hace 795 años bajo el cielo danés. Sobre un fondo rojo intenso se dibuja una cruz blanca escandinava que representa la cristiandad. Este diseño puede verse en otras banderas nórdicas, como la noruega (cruz en azul con borde en blanco), la islandesa (cruz roja sobre fondo azul) o la finesa (fondo blanco con cruz azul).

La leyenda cuenta que fue el propio Dios quien envió esta bandera a los daneses para que la enarbolaran durante la batalla de Lyndanisse (hoy conocida como Tallín, la capital de Estonia), allá por el 15 de junio de 1219.

2. Sin forma rectangular

Sólo tres banderas en el mundo no tienen forma rectangular. Nepal, Suiza y Ciudad del Vaticano componen el trío de estados que tienen banderas cuadradas. La conocida bandera suiza destaca una cruz blanca sobre fondo rojo, mientras que la de Ciudad del Vaticano mantiene el blanco en su lateral derecho pero añade un fuerte tono amarillo en la izquierda. Sobre la zona alba, el escudo de la Ciudad del Vaticano con las llaves del cielo de San Pedro.

3. Banderas muy parecidas

Los colores son limitados, aunque siempre admitan pequeñas variaciones en los tonos que desemboquen en un resultado diferente (aunque a veces inapreciable a simple vista). Precisamente por ese abanico acotado es frecuente que las banderas coincidan en los colores que eligen para su confección. Sin embargo, hay algunos casos especialmente llamativos, como el de Venezuela, Colombia y Ecuador.

Estos tres países no sólo comparten el amarillo, azul y rojo, sino que además han elegido el mismo orden para colocarlos. Una pequeña diferencia es la que registra la insignia venezolana, que opta por marcar la misma anchura en sus tres bandas, mientras que la colombiana y ecuatoriana destacan más el primer color sobre los demás.

Muy parecidas son también las banderas de Francia (azul, blanco, rojo) y Holanda (rojo, blanco y azul, aunque con rayas horizontales); o las de Irlanda (verde, blanco, naranja), Italia (verde, blanco, rojo) y México (exactamente igual que la italiana, pero con el escudo estatal en el centro).

4. Símbolos peculiares

Aunque la mayor parte de las banderas recurren al escudo del país para decorar sus banderas, otras apuestan por curiosos símbolos. Es el caso de, por ejemplo, la insignia de Turkmenistán, que cuenta con un fondo verde con una raya vertical roja que contiene cinco alfombras Yomut (diseños utilizados en la producción de alfombras) apilados encima de dos ramas de olivo cruzadas similares a las de la bandera de las Naciones Unidas, una luna creciente blanca (habitual de la simbología turca) y cinco estrellas blancas de cinco puntas en la esquina superior del campo justo al lado de la franja roja.

También Suazilandia llama la atención. En el centro, este país dibuja un escudo y dos lanzas que representan la defensa de Suazilandia contra sus enemigos. El color del escudo (blanco y negro) representa la convivencia pacífica entre las comunidades negra y blanca. India (con su rueda de color azul marino que indica el Dharma Chakra, la rueda de la ley en el Capitel de los Leones de Sarnath); Líbano (con su característico cedro) o Camboya (con la imagen del templo de Angkor en su centro) son otros ejemplos.

5. Cerdeña

Aunque no es un país, Cerdeña no podía faltar en la lista de curiosidades de banderas. Más conocida con el nombre de “insignia de los cuatro moros”, en ella puede verse una cruz roja que divide un fondo blanco en el que aparecen cuatro cabezas negras cortadas. El escudo de esta región italiana adoptó a fines del siglo XV la Cruz de San Jorge (en rojo) separando en cada esquina las testas de los moros, cuya interpretación aún no se ha determinado con exactitud.

Una de las teorías afirma que el estandarte conmemora la celebración de la victoria del Rey Pedro I de Aragón en la ciudad de Alcoraz en 1096, en la cual derrotó a los moros gracias a la intervención de San Jorge. El citado Santo fue el ejecutor de las cuatro víctimas. La segunda hipótesis apuesta porque las cabezas representen las victorias conseguidas por España contra los invasores moros entre 1324 y 1479.

Fuente: ABC