La CIA elaboró perfiles psicológicos de distintos líderes políticos basados en testimonios de sus agentes secretos.

Figuran en estos archivos Adolf Hitler, Ho Chi Min, Sadam Hussein, y Mahumar Gadafi.

Según el psicólogo estadounidense Henry Murray, Hitler era un narcisista neurótico suicida, inseguro, impotente, masoquista, y que se veía a sí mismo como “el destructor del superego anticuado hebraico cristiano”.

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De Ho Chi Minh. La CIA estudió al líder vietnamita en la década de 1950. Aunque el documento permanece clasificado, una fuente que trabajó para la agencia dijo que la inteligencia norteamericana malinterpretó motivaciones y objetivos políticos de Ho. Siendo un producto de la Guerra Fría, se “exageró el marxismo de Ho y se subestimó su nacionalismo ardiente”.

Nikita Jrushchov. La CIA retrató a Jrushchov como “un campesino crudo al que le gustaba ser impredecible y de dos caras”.

Por su parte, Beguín fue marcado por su “predilección por la precisión y el legalismo”.

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Muamar el Gadafi. A principios de 1980, la CIA trató de describir al líder libio, cuyas acciones preocupaban el Gobierno de Ronald Reagan. “A pesar de la creencia popular sobre lo contrario, Gadafi no es psicótico, y la mayor parte del tiempo está en contacto con la realidad.

Se considera que Gadafi sufre de una severa perturbación personal: “Trastorno límite de la personalidad”. Bajo estrés severo, está sujeto a un comportamiento raro y entonces su juicio puede ser defectuoso”, dice el perfil de la agencia. Un perfil posterior de la CIA atribuyó su comportamiento a “una venidera o real crisis de la mediana edad”.

Sadam Husein. El perfil de la CIA dice que aunque a este líder iraquí a menudo se lo tilda de “loco de Oriente Medio” y “megalómano”, en realidad no hay evidencia de que esté sufriendo un trastorno psicótico.

Sin embargo, señala, Husein tiene una “fuerte orientación paranoica”. “Para Husein, la persecución del poder para sí mismo e Irak no tiene límites. Sadam no tiene ningún deseo de ser un mártir, y la supervivencia es su prioridad número uno. Es un pragmático autoproclamado revolucionario, no desea un conflicto en el que Irak sea dañado gravemente y que su estatus como líder sea destruido”, reza el informe.

Fuente: RT