Adolf Hitler es, en una palabra, la personificación del mal, y poco o nada nos puede quitar esa idea de la cabeza. Sin embargo, las imágenes a continuación del líder nazi en pantalones cortos nos hace incurrir que también gozaba de la cotidaneidad.

Históricamente, estas imágenes que compartimos fueron tomadas hacia el final de la década de los 20 por Heinrich Hoffmann, fotógrafo personal del futuro Führer, al parecer como una serie de pruebas sobre la posición y el gesto que le convendría adoptar cuando se dirigiera a las multitudes alemanas.

Sin embargo, años después, y por razones obvias, Hitler prohibió la difusión del material, argumentando que este se encontraba “por debajo de su dignidad”.

Solo que las imágenes sobrevivieron y ahora forman parte del libro Hitler Was My Friend (Hitler fue mi amigo), elocuente título que Hoffmann dio a la compilación de los retratos que tomó al líder nazi.

Fuente: pijamasurf.com