La lideresa de Fuerza 2011, Keiko Fujimori, evitó hablar sobre un eventual indulto a su padre y expresó su preocupación por el estado de salud de su progenitor, ya que perdió mucho peso.

A su salida del nosocomio, Keiko dijo que su progenitor sintió una enorme alegría al ver a sus dos pequeñas nietas.