El auditorio César Vallejo de la Feria Internacional del Libro estaba abarrotado, pero no por simpatizantes del ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Cornejo, sino de personas que llegaron para gritarle insultos de grueso calibre.

Apenas se inició la sesión, una treintena de trabajadores portuarios se pusieron de pie, sacaron los carteles y empezaron a tirarle monedas a la mesa.

Se autodenominaban los “defensores de la soberanía del Perú” y llamaban a Cornejo “vendepatria” y “ladrón con corbata”. También se escuchó “fuera, Cornejo, la misma porquería”.