Alejandro Guillier, senador electo por Antofagasta, opinó sobre los antecedentes de la demanda marítima de Perú ante la Corte Internacional de La Haya. A su juicio “Torre Tagle (cancillería peruana) hizo pedazos a la cancillería chilena”.

“Nos hicieron creer que la posición de Chile era sólida, que los tratados internacionales y que la defensa de nuestras Fuerzas Armadas, la más poderosa de Sudamérica junto a las de Brasil, eran garantía suficiente para que nadie tocara nuestra soberanía. Pero resulta que a la vuelta de la esquina, lo que partió como un truco, un juego entre amigos en Perú, inventaron este caso, lo pusieron en ejecución, lo pusieron en mano de diplomáticos de carrera y le dieron una paliza a la cancillería chilena”, dijo.

“Cuando el caso empieza a tomar forma, la reacción de Chile fue de cero capacidad de darse cuenta de lo que estaba poniendo en marcha Perú, la inteligencia diplomática chilena fue nula. Qué sacamos con tener fuerzas armadas poderosas si no fuiste capaz ni siquiera de una demostración de fuerza en la frontera, en territorio chileno. Diplomático, nada, gestión política nada. Perú se dio cuenta que Chile tenía un poder militar que no iba a usar y una capacidad disuasiva política que no tenía”, agregó.

Guillier criticó que, a lo largo de los años que Perú fue gestando el caso, Chile fue “incapaz de tener un aliado, de conversar con nadie, hasta que nos llevaron a la Corte”. “Chile fue demostrando falta de capacidad para comprender lo que estaba pasando (…) No hubo gestiones políticas, no hubo presiones económicas. Nada”, indicó.

“Perú se dio cuenta que esto era a placer. La cereza de la torta fue cuando Piñera asume la tesis de las cuerdas separadas. Los negocios son una cosa y la soberanía es otra. Como si fueran separables. En ningún país del mundo se separan. Eso fue el final de la fiesta y después condecoran a Alan García, que fue el que inventó el caso”, puntualizó.

Fuente: Adnradio.cl