El exsenador Ricardo Napurí retrató al asesor presidencial Luis Favre como “un arribista y mujeriego”, especialista en averiguar las cuentas bancarias de sus “víctimas”.

“Hacía ostentación de medio económicos que nadie de nosotros poseía; se hospedaba en hoteles de lujo y sólo viajaba en taxis y aviones; invitaba compañeros a cenar en lugares caros. *Actuaba como un galán seductor, abusando de su pinta*…”, dijo Napurrí en su libro llamado “Pensar América Latina. Crónicas Autobiográficas de un militante revolucionario”.

En diálogo con el semanario ‘Hildebrandt en sus trece’, Napurrí dijo que Fravre “es un hombre capaz de transitar por cualquiera de las tiendas y que ha pasado de ser un anticapitalista rabioso a un representante de la derecha”.

“Fravre me trató de aislar al acusarme de que me vendí al capitalismo y llamarme un miserable agente burgués. Éticamente, es una basura como persona, pero es un hombre muy hábil en el manejo político”, sostuvo.