El renunciante magistrado del Tribunal Constitucional (TC), Ricardo Beaumont, justificó su dimisión a ese órgano argumentando que su permanencia, tras nueve meses de vencido su mandato, es “una situación escandalosamente anómala”.

Consideró “que un magistrado aprovecha indebidamente el honor de servir a la sociedad y al país, cuando se cumple ese encargo, que tiene fecha de término, y se continúa aún en el puesto”.

“Si de seis de siete magistrados tiene el tiempo de su mandato vencido, ¿no es acaso un deber proclamarlo para enmendar una situación abierta y escandalosamente anómala? ¿O hay que ocultar el hecho y ‘matar al mensajero’?”, cuestionó.

Beaumont, cuya renuncia fue rechazada por el TC, sostuvo que era su “obligación moral” dar con su renuncia una señal contundente frente a la persistencia de esta situación irregular.

Recordó que postuló por concurso público a la selección de magistrados del TC, y su nombramiento en el Congreso de la República le permitió ejercer el cargo desde 10 del julio de 2007 hasta el mismo día de 2012.

“Aguardé nueve meses después del vencimiento, entendiendo que los debates políticos para la adopción de decisiones y consensos tienen sus particularidades y demoras, pero no aparecían señales que indicaran soluciones ad portas. Entonces renuncié”, subrayó.

Fuente: Andina