Los errores al nombrar como presidenta a la primera dama, Nadine Heredia, parecen haberse convertido en algo normal y recurrente en cada acto público donde ella participa.

Así, el último en protagonizar un desliz de esta naturaleza fue el alcalde de Ate Vitarte, Óscar Benavides, quien en pleno discurso por el lanzamiento de la campaña por el consumo de la anchoveta por Semana Santa, la llamó presidenta.

Sin embargo, esta situación pareció no incomodar a la esposa del jefe de Estado, quien solo atinó a reír y dijo que los nervios a veces juegan una mala pasada.

“Yo lo atribuyo a temas de confusión del partido y propio nerviosismo de los pobladores, pero lo tomo como una muestra de cariño de la población hacia uno”, refirió Heredia en posteriores declaraciones a la prensa.

Sobre las recientes declaraciones del escritor Mario Vargas Llosa, quien señaló que ella sería una buena presidenta, prefirió no opinar, aduciendo que ese tema es de coyuntura y no tenía nada que ver con la campaña que estaba realizando.