Mientras el congresista Urtecho presidió la Comisión Especial de Discapacidad del Congreso a través del programa “Mi Silla”, fue el responsable de administrar y entregar un lote de 1310 sillas de ruedas a personas discapacitadas con bajos recursos, a quienes se les hace muy difícil adquirir este instrumento para movilizarse.

En el año 2009, la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, de Estados Unidos, donó 500 sillas al Congreso. Además, una asociación del multimillonario Carlos Slim donó 800 sillas más también a esa institución.

En total hubo 1310 sillas, de las cuales Urtecho gestionó la entrega de 1014, pero supuestamente solo entregó constancia de 393. Nunca dio cuenta del destino de las 621 sillas de ruedas restantes, hasta que la Presidencia del Consejo de Ministros y la Contraloría intervinieron para saber cuál había sido el destino de estas donaciones.

Según el programa Cuarto Poder, de un lote de 10 actas de entrega, al menos tres de las personas aseguraron no haber recibido ninguna silla de ruedas y lo peor, que sus firmas han sido falsificadas.