“Queremos anunciar que nosotros, la familia Fujimori, acabamos de cumplir el trámite de presentar formalmente la solicitud de indulto humanitario.

Lo hemos hecho con rigurosidad, pero también con la celeridad que un tema de naturaleza, humanitaria y de salud, requiere, tanto en la solicitud como en la respuesta.

Una respuesta que, desde hoy, estaremos aguardando con mucha esperanza. Y no tiene porque comprometer ni afectar posiciones ideológicas o político partidarias, inocencias o culpabilidades.

Lo hacemos con una sola motivación, la misma que en una situación similar, tendría que hacer cualquier familia peruana por el amor a su padre.

Para nosotros, los cuatro hijos, esté ha sido un camino muy difícil y duro; en el que hemos permanecido unidos como siempre y en la que hemos coincidido plenamente, en darle prioridad a lo que constituye esencialmente un tema de salud. Y es que, primero que nada somos hijos y el único objetivo que nos mueve es el de ver a nuestro padre restablecido de su salud.

Salud que en ningún momento siquiera sugerimos que estuviera en estado terminal como han pretendido hacer creer. Salud, cuyo deterioro si es un hecho que tiene relación directa con la privación de su libertad, más aún si es un paciente con cáncer de alto riesgo como es el caso de su padre.

Pero como ustedes saben que la línea que divide la salud de la enfermedad, el control del descontrol, o la vida de la muerte, es una línea muy sutil; en la que sería muy arrogante, por parte del hombre, pretender el control absoluto o la última palabra.

Es por ello, que cualquier especulación entorno a la salud de mi padre resulta ligera y hasta el diagnostico más serio se torna relativo.

Finalmente, somos consientes de que si es un tema con un innegable tergiversación política, pero esta no rebaja en nada su carácter prioritariamente humanitario.

En nuestra condición de hijos apelamos a que la decisión, que hoy descansa exclusivamente en el presidente Ollanta Humala y su conciencia, este enmarcada en este concepto; así como motivada de la buena voluntad, las mismas que se han pronunciado en la población peruana”.