El procurador del Ministerio de Defensa, Gustavo Adrianzén, reafirmó que por el desarrollo de los hechos durante la intervención militar -policial a un campamento narcoterrorista en Ranrapata, Junín, el proyectil de bala que causó la muerte de la menor debió necesariamente provenir de los delincuentes.

“Con los delincuentes terroristas en la parte de abajo, con nuestras tropas en la parte de arriba; con la dirección de atrás hacia adelante que tiene el proyectil de abajo hacia arriba, este proyectil debió necesariamente provenir de un tirador que se encontraba en una posición inferior a la víctima, y allí se encontraban los terroristas y no nuestras tropas”, expresó.

Adrianzén confirmó que el Ministerio Público dispuso el archivo provisional de la investigación sobre la muerte de la menor.

“La identificación de quien haya producido el disparo, en unas circunstancias como ésta de fuego cruzado, consideramos no le han permitido a la Fiscalía llegar a la conclusión de manera definitiva”, comentó, tras reiterar su más profundo pesar por estos lamentables sucesos.

Como se recuerda, la operación de las fuerza del orden contra elementos narcoterroristas, denominada “Mantaro” se produjo el 8 de setiembre de 2012 en el distrito de Santo Domingo de Acobamba, en Junín.

Según la resolución fiscal, la menor perdió la vida al recibir un disparo producto del fuego cruzado entre las fuerzas militares y policiales y los narcoterroristas.

Fuente: Andina