La vida de este político, nacido en Lima un 24 de marzo de hace 65 años, siempre estuvo ligada a la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la corrupción, ya sea como constituyente, diputado, senador o congresista de la República.
El destierro no le fue ajeno, pues a fines de la década de 1970, el gobierno militar lo expulsó a la Argentina, desde donde postuló a la Asamblea Constituyente de 1978, que elaboraría una nueva Carta Magna antes de la transición democrática.
Diez Canseco recibió entonces el respaldo del electorado. En la práctica, esta elección se constituyó en su trampolín a la vida política, a la que se dedicó por completo a partir de ese momento, lo que se tradujo en su elección, en diversas oportunidades, al Poder Legislativo.
Su gestión parlamentaria estuvo vinculada, principalmente, a temas de pacificación, lucha contra el narcotráfico y anticorrupción, así como a asuntos de derechos humanos, especialmente los referentes a las personas con discapacidad y minorías sexuales.
Para nadie es un secreto que se distinguió, también, por su labor de fiscalización e investigación, por lo que participó, repetidas veces, en distintos grupos de trabajo legislativos formados para estos fines.
Así, se desempeñó como presidente de las comisiones investigadoras del Espionaje Telefónico, atribuido al otrora Servicio de Inteligencia Nacional, y del mal uso del dólar MUC (subsidiado por el Estado), durante el régimen del presidente Alan García.
De igual manera, fue titular de la Comisión Especial del Senado sobre Deuda Externa Peruana.
Trabajó, además, como vicepresidente de las comisiones investigadoras de la Matanza de Campesinos de Chumbivilcas, del Asesinato del Alcalde de Huaura y de la Matanza de Campesinos en la localidad Umaya-Chambara.
Integró, además, la Comisión Investigadora de la Matanza de Barrios Altos.
En su larga trayectoria legislativa ocupó la presidencia de la Comisión de Delitos Económicos y Financieros del Congreso de la República, entre 1990 y 2001, así como la vicepresidencia del grupo de trabajo que indagó los casos de corrupción de la década 1990-2000.
En ese largo desempeño parlamentario, Diez Canseco, quien durante los primeros años formaba parte del Partido Unificado Mariateguista (PUM), uno de los miembros de la alianza Izquierda Unida, hizo un alto en el camino.
Para las elecciones generales de 2006 fundó el Partido Socialista del Perú con el que postuló a la Presidencia de la República.
Tal vez esa imagen, identificada por muchos años en una curul, no le permitió ir más allá y concretar sus aspiraciones, pues solo obtuvo el 0.5% de la votación.
Javier Diez Canseco estudió derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos entre 1967 y 1968, y sociología en la Pontificia Universidad Católica del Perú entre 1965 y 1971.
Años antes, había cursado su primaria en el colegio Inmaculado Corazón y la secundaria en el Santa María Marianistas.
Su padre era gerente del Banco Popular, y vivió en un ambiente acomodado. Sufrió de poliomielitis cuando tenía un año de edad.
No obstante su formación religiosa, dejó de practicar la fe católica cuando ingresó a la Católica. En la universidad publicó la revista de literatura El Gallito Ciego, junto a Mirko Lauer Holoubek, Abelardo Sánchez León y Manuel Piqueras Luna.
En 1970, salió elegido presidente del Centro Federado de Estudiantes de Ciencias Sociales de la PUCP, y al año siguiente, presidente de la Federación de Estudiantes de la PUCP (FEPUCP).
Durante esos años, se hizo militante de Vanguardia Revolucionaria junto a Ricardo Letts Colmenares, Edmundo Murrugarra, Humberto Rodríguez Pastor, Fernando Rospigliosi, entre otros.
En abril pasado, el Poder Judicial volvió a declarar nula la suspensión de 90 días al legislador y le concedió al Congreso un plazo de cinco días útiles para restituir los derechos del parlamentario sancionado por el pleno del Legislativo. Hoy descansa en paz.
Fuente: Andina