En su intervención ante el tribunal internacional, remarcó que dicha corte no necesita ni puede ocuparse de la frontera terrestre porque ya fueron establecidas por los acuerdos de 1952 y 1954 que, según su punto de vista, se inicia en el Hito Nro. 1.

“Se habla del Punto Concordia y no el Hito Concordia. En el Tratado de (Lima de) 1929 jamás se habla de la línea de marea baja”, expresó al considerar que dicho punto “es puro invento”.

“Perú ha intentado trivializar y banalizar los acuerdos de 1968 y 1969 para la colocación de faros y materializar el paralelo de la frontera marítima”, expresó al afirmar que estos acuerdos solo tenían significación en la costa y no mar adentro.

Paulsson señala que en el intercambio de notas del 68 estas “repetían la frase materializar el paralelo de la frontera marítima y que el entonces embajador Javier Pérez de Cuellar conocía el concepto de las palabras límite y frontera.