Perdió los papeles. La congresista Celia Anicama arremetió contra una funcionaria de la productora de hierro Shougan Perú, cuyos trabajadores acatan una huelga exigiendo un aumento salarial, quien al parecer la habría tildado de corrupta.

Anicama estaba precidiendo la mesa de trabajo donde estaban el gerente de Shougan y la trabajadora acusada, perteneciente al área de Relaciones Públicas, cuando exigió que abandone la mesa por haberle faltado el respeto.

“Aquí yo no he venido a atacar, yo soy mediadora, vine como congresista a escuchar las pretensiones de sus trabajadores, porque el problema son ellos y ustedes que no quieren aceptar sus pretensiones (…) Pero si vamos a continuar que se retire esa señorita, que me ha faltado el respeto”, indicó.

La parlamentaria precisó que la trabajadora hizo declaraciones irresponsables al señalar que ella había pedido una reunión “escondida” con los máximos representantes de la empresa.

“Como se le puede ocurrir que yo me voy a rebajar a hacer eso, yo no lo haría, así como tampoco me voy a rebajar a seguir en la misma mesa con ella, que me ha faltado. Que se disculpe o se retire”, refirió.

Como el gerente de Shougan no permitió que la joven abandone la sala, la congresista optó por retirarse, dando por terminada la sesión.