En diálogo con el programa ‘No culpes a la noche’, reveló que legisladores como Celia Anicama y Jorge Rimarachín le aseguraron que pronto iba a estar “en el banquillo de los acusados”.

En otro momento, Lay admitió que el Congreso de la República le dio vergüenza por momentos, pero no pierde la esperanza de que este pueda cambiar. “Hay gente buena, honesta y con espíritu de servicio a la nación”, comentó.

Lamentó que el Parlamento blinde a presuntos proxenetas y violadores, así como contrabandistas y delincuentes, más allá del debate mediático que conllevan sus casos.

Fue al referirse a las acusaciones contra su colega Néstor Valqui, sindicado como administrador de un night club en Cerro de Pasco y que se salvó de ser suspendido.

“Ha sido un blindaje extraño porque hubo cuarenta y tantos en contra de la suspensión, 33 a favor y 32 abstenciones. Esta última es una cifra inusual”, remarcó.