El suspendido congresista Heriberto Benítez, acusado de ser el causante de la suspensión de la sesión del Consejo Directivo del Congreso que iba a tratar el desafuero del parlamentario Alejandro Yovera, criticó el escándalo que se armó por su presencia. “No he entorpecido ninguna sesión”, aseguró.

Benítez dijo que ingresó en la reunión solo para saludar a sus colegas y que al primero que se le acercó fue al aprista Javier Velásquez Quesquén, quien al verlo “saltó” de su asiento y comenzó una “histeria colectiva” por su presencia. “No soy drácula para que se vayan corriendo”, bromeó.

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El suspendido parlamentario justificó su presencia en el Congreso: “El reglamento dice que son 120 días de suspensión de la legislatura. Si la legislatura terminó ayer, hoy recupero mis derechos, cuando continúe la legislatura continuaré con la suspensión”.

Descartó que se haya puesto de acuerdo con el oficialismo para entorpecer la sesión o que haya recibido órdenes de la primera dama Nadine Heredia.

Fuente: Canal N.