“Javier era una garantía de que no se le iba a comprar ni doblegar y con todo ello no pudo menos que causar indignación, lo que se notó en la sanción que le otorgaron, esa no fue más que una una venganza de las peores que tuvo este Congreso en su contra”, señaló el excongresista Fernando Olivera tras asistir a su velorio.

Olivera señaló que la ausencia de Diez Canseco “deja un vacío muy difícil de llenar en el pueblo peruano”, pues fue un “hombre justo, luchador y consecuente con sus ideas”.

El exparlamentario enfatizó que el líder izquierdista no merecía “en ningún momento” la sanción de 90 días otorgada por el Parlamento, por un supuesto conflicto de intereses. Eso, dijo, “muestra la diferencia con la que se mide las polémicas”. “Veo congresistas ligados al narcotráfico bien sentados y nadie les dice nada”, reiteró.