El presidente de Bolivia, Evo Morales, visita diferentes atractivos turísticos del Cusco, adonde arribó el último jueves para sostener un encuentro bilateral con su homólogo peruano, Ollanta Humala, y pasar la Navidad.

Al promediar las 8 de la mañana y en medio de una garúa, el mandatario boliviano inició su recorrido, acompañado de sus dos hijos, en la fortaleza de Sacsayhuamán, ubicada a 20 minutos del Cusco.

Morales quedó maravillado por la construcción inca, y en todo momento se mostró alegre y derrochó carisma con los pobladores, quienes aprovecharon para tomarse fotografías con la máxima autoridad boliviana.

Posteriormente, emprendió viaje, por la carretera Cusco-Písac, hacia el centro de exhibición de camélidos sudamericanos y textiles tradicionales, en el centro poblado de Corao.

En el lugar pudo apreciar textiles cusqueños hechos con tintes naturales y fibra de alpaca. Durante el recorrido se acercó a un grupo de tejedoras tradicionales de Corao, a las cuales felicitó por su trabajo en quechua.

Luego, en medio de estrictas medidas de seguridad, se dirigió al sitio arqueológico de Písac, en la provincia cusqueña de Calca y que forma parte del Valle Sagrado de los Incas.