La primera vicepresidenta Marisol Espinoza volvió a rechazar la denuncia en su contra sobre un presunto tráfico de influencias para cambiar el destino de un tomógrafo que iba a ser destinado a la región Apurímac y prometió a los pobladores de Abancay que tendrán su tomógrafo.

“Quiero desvirtuar esta denuncia que no tiene ni pies ni cabeza, porque yo sólo hice mi trabajo. No he pedido el desvío de ningún equipo y además mi compromiso es luchar para que Abancay tenga su tomógrafo”, manifestó a RPP.

De otro lado, manifestó que pidió información a EsSalud, en atribución a sus facultades, y descubrió “la enorme mafia que hay por el tema de tercerización de equipos, como tomógrafos”.

“Hay terceros que se enriquecen a costa del pueblo peruano, desangrando a Essalud”, indicó.

Balance sobre primeros 100 días

Al pedírsele su opinión sobre los primeros 100 días del gobierno de Ollanta Humala, la congresista nacionalista sostuvo que se trata de “un gobierno que está dando una marcha diferente de crecimiento con inclusión social”.