El 5 de abril de 1992 el entonces presidente Alberto Fujimori anunció la disolución del Congreso, la reorganización del Poder Judicial, del Tribunal Constitucional y del Ministerio Público, evento conocido como el Autogolpe.

En plena madrugada, el mandatario dio un Mensaje a la Nación que sorprendió a muchos, pues allí anunciaba de manera sorpresiva la toma de los medios de comunicación y de la persecución de políticos y periodistas de oposición.

Incluso, los hechos que transcurrieron después de ese discurso, solo pudieron ser registrados por medios internacionales. Los canales y radios nacionales ya habían sido tomados por los miembros de las Fuerzas Armadas.

Fujimori también anunció la elaboración de una nueva Constitución para moralizar el Poder Judicial, modernizar la administración pública, pacificar el país, luchar contra el narcotráfico y promover la economía de mercado.

“Los jóvenes van a comprender que de lo que se trata es de sembrar un nuevo país y acabar con el viejo y podrido orden de los políticos, jueces y autoridades corruptas que impiden la verdadera democracia. De tal manera que los destinos de la República se rijan por los verdaderos intereses nacionales y no por formalismos seudo democráticos que solo han contribuido a frenar el progreso del país”, dijo hace veinte años.

OPOSICIÓN NOMBRÓ UN NUEVO PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

Tras el autogolpe, la oposición esperó el retorno al país del primer vicepresidente, Máximo San Román, en Semana Santa y lo designó nuevo Presidente de la República. Sin embargo, se quedó sin el apoyo de los grupos de poder económico.

Inicialmente, los diputados y senadores de oposición habían nombrado el 10 de abril como Jefe de Estado a Carlos García y García. El ex presidente Alan García huyó por los techos de su vivienda y se asiló en Colombia.

Finalmente, tras la visita de una misión de la Organización de Estados Americanos, el 18 de mayo de ese año Fujimori aceptó convocar a elecciones para conformar el Congreso Constituyente Democrático. Acción Popular y el APRA se negaron a participar. Lo contrario ocurrió con el PPC y el Frente Independiente Moralizador.

APOYO POPULAR

Por aquellos tiempos Fujimori gozó del respaldo de la gente y eso lo reflejaba con sus baños de popularidad. Contaba con el apoyo de los militares. Por su parte, San Román se convirtió en una suerte de “Presidente cívico”.

Una reciente encuesta de Ipsos Apoyo reveló que el 47 por ciento de los peruanos cree que el golpe del 5 de abril de 1992 fue una “medida necesaria”, frente a un 38 por ciento que opina lo contrario y un 15 por ciento que no piensa nada.