El 27 de enero se convirtió en el Día D para Chile y Perú. Es cuando se conocerá el fallo de la Corte Internacional de La Haya, que resolverá si es legítimo o no el reclamo de Lima, que en 2008 se presentó ante el tribunal de la ONU para exigir 67 mil kilómetros cuadrados de mar ubicados en la frontera.

La demanda argumenta que se trata de una zona ocupada de facto por Chile, que rechaza la acusación y alega que dos acuerdos firmados en 1952 y 1954 fijaron la frontera marítima entre los dos países.

Pero el problema estaría lejos de zanjarse tras el fallo de la CIJ. La principal preocupación de los dos gobiernos es qué ocurrirá el 28 de enero, cuando el país beneficiado quiera ejercer los derechos conferidos por la sentencia. Ambas partes descuentan que eso provocará roces y están planificando cómo reducirlos al mínimo.

El interrogante que genera más inquietud está centrado en el comportamiento de los barcos pesqueros, que pueden pretender ingresar a zonas que actualmente tienen vedadas.

Distintos actores políticos y económicos peruanos vienen advirtiendo que la sentencia es de aplicación inmediata. Por eso, tanto Lima como Santiago temen que, el mismo 28, algunas embarcaciones pretendan cruzar los actuales límites territoriales sin autorización previa, lo que podría generar represalias por parte del país que se sienta “invadido”.

Para analizar los pasos a seguir, el presidente chileno, Sebastián Piñera, convocó para el próximo lunes al Consejo de Seguridad Nacional, integrado por los ministros de Relaciones Exteriores (Alfredo Moreno), Interior (Andrés Chadwick), Defensa (Rodrigo Hinzpeter) y Hacienda (Felipe Larraín).

Según informó el diario ‘La Tercera’, el mandatario mapochino quiere coordinar el accionar de los distintos poderes del Estado y de la Armada una vez que se conozca el fallo.

Por su parte, el gobierno de Ollanta Humala reunió a los responsables jurídicos de la Cancillería con la Dirección General de Capitanías y Guardacostas de la Marina de Guerra de Perú para preparar un plan de contingencia en caso de algún tipo de conflicto.

Además, el lunes se reunirá con los expresidentes Alan García y Alejandro Toledo. Todos confirmaron su asistencia. Más allá de las precauciones, la intención de Perú es lograr que el cumplimiento del fallo, en caso de que beneficie su posición, se produzca de forma consensuada con sus pares chilenos, para evitar enfrentamientos mayores.

Fuente: Infobae.com