Las primeras líneas trazadas por la Cancillería sureña apuntan a que si Chile llegara a perder su límite marítimo, deberían cambiarse normas de la Armada sobre derroteros costeros y regulaciones sobre seguridad y rescate.

Según el diario ’La Tercera’ de Santiago, también deberán modificarse las leyes que hablan directamente de la frontera y otras como la Ley de Pesca.

No sería necesario levantar nuevos faros de enfilamiento, según se señala, porque la tecnología GPS bastaría para que las embarcaciones se ubiquen en la zona fronteriza.

En Santiago explican que, desde hace semanas, ambos países han trabajado por separado en “inventarios” de normas, leyes y acuerdos que podrían ser modificados, en relación con los posibles fallos.