El segundo vicepresidente del Congreso, Omar Chehade, manifestó que el caso de Andahuasi se tocó de manera “tangencial” y no como una petición para un desalojo para favorecer al Grupo Wong.

Chehade, señaló que durante la reunión los únicos que tocaron el tema fueron el general Abel Gamarra y Guillermo Arteta, tras una reciente transferencia de mandos, de la cual él en la reunión recién se enteraba.

El vicepresidente indicó que tras enterarse dicha noticia, fue Arteta quien dijo “si pues Abel, me has endosado a Andahuasi, y comienzan hablar de un supuesto operativo y cuantos policías se necesitarían”.

Por lo que negó categóricamente que haya un tráfico de influencias, pues él señaló que “ni mi hermano ni yo conocemos a los dueños del Grupo Wong y los únicos que hablaron del tema fueron Gamarra y Arteta”

Además, señaló que “yo después de que saliera este escándalo del que la prensa ha hecho una parafernalia mediática, converse con mi hermano y le pregunté si fue al Potao, y él me lo negó, yo tengo que creerle, no sólo porque es mi hermano, sino ¿qué razón habría para que un civil entregara una resolución judicial a un general?“.

Asimismo, señaló que el testigo del supuesto encuentro es una persona interesada parcializada. “Richard Salas, ha sido una persona condenada por delito de infidencia, y fue puesto en retiro desde el 2010. Durante estos últimos años ha trabajado con Arteta”.

Finalmente, dijo “sí hubo un error, fue que convoque a unos generales a un lugar público, donde se pudo generar malinterpretaciones, pido disculpas, pero quiero aclarar que no cometí ningún delito”.