“Yo la llamé por teléfono a su celular, le timbré y ella sabía que tenía que salir, ya que me dijo que quería plata. Nos encontramos cerca de su casa y de allí me acompañó hasta Morales Duárez, hasta la ribera del Río Rímac y sucedió todo allí”, dijo Miguel Martínez en su manifestación sobre el asesinato de Carla Gutiérrez.

Aquel 28 de mayo a las 20:00 horas, Miguel y Carla llegaron a la cuadra 6 de la avenida Morales Duárez, a una distancia de 25 metros de la ribera del río Rímac.

“Yo le digo que un amigo me iba a entregar dinero y que me había dejado no sé si una bolsa negra o blanca. Y cuando ella se agacha a buscar, yo le tapo la boca y le corto el cuello. Luego le sigo acuchillando”, contó.

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Según el presunto asesino, tal atrocidad la ejecutó porque aparentemente era el blanco del chantaje de su prima.

“Yo tuve sexo con ella en el año 2015 a inicios de enero y me comenzó a extorsionar pidiéndome dinero y si no le daba, le iba a contar a mi novia. En cuatro o cinco oportunidades le di 100 soles”, agregó el asesino.

En el interrogatorio realizado por el Ministerio Público, Miguel Martínez aseguró que mantenía una relación clandestina con Carla y al mismo tiempo también con otra prima.

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