Este jueves se cumplen cinco años de uno de los episodios más penosos que vivió el Perú. Un suceso que mantuvo separado al país.

Pues un 5 de junio como hoy unas 33 personas fallecieron (23 policías, 10 civiles y un mayor de la policía, quien hasta hoy continúa desaparecido) durante un conflicto social conocido como el Baguazo, que se desarrolló en Amazonas.

En aquel entonces, el pueblo indígena pedía al Estado la eliminación de dos decretos legislativos (1090 y 1064) que, según argumentaban, colocaban en riesgo la titularidad de sus tierras y campos.

Los sucesos que se registraron en la ‘Curva del Diablo’ dejaron, por lo menos, 30 víctimas y 53 procesados, tales como líderes, dirigentes de las comunidades nativas. Estos últimos fueron acusados de la muerte de policías.

Homicidio calificado, lesiones graves, entorpecimiento al funcionamiento de servicios públicos, motín, disturbios; fabricación y tenencia ilegal de armas, municiones y explosivos y arrebato de armamento o municiones de uso oficial; y daño agravado son los siete delitos por los que se les acusa.

Las voces de justicia

Según recoge la agencia EFE, las familias de los policías fallecidos refirieron, en un comunicado, que Mercedes Cabanillas, entonces ministra del Interior en el gobierno de Alan García, “es la primera responsable del fallecimiento de nuestros familiares” y exigieron que asuma su responsabilidad política y penal en el caso.

Por su parte, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos expresó que la Fiscalía no ha logrado presentar pruebas suficientes de que los procesados hayan cometido los delitos que se les imputan y recordó que ninguno dio positivo en la prueba de absorción atómica para comprobar el uso de armas de fuego.