El propósito de la eliminación selectiva y sistemática de efectivos de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional por parte de la organización terrorista que encabezaba Florindo Flores Hala fue presionar al Ejecutivo para negociar la liberación de su líder, Abimael Guzmán.

El asesinato selectivo de militares y policías, y también de civiles a los que se tachaba de “soplones” y “traidores”, estaba planificado por ‘Artemio’ para conseguir el objetivo de sacar a la calle al llamado “presidente Gonzalo”, según la denuncia penal formulada por el fiscal Marcos Guzmán Baca contra el cabecilla senderista del Comité Regional del Huallaga.

La autoridad, que atribuye a Florindo Flores los delitos de terrorismo y narcotráfico, pide cadena perpetua para el acusado, según el expediente del caso al que tuvo acceso el diario La República.

Según el fiscal encargado del caso, ‘Artemio’ relató que en 1993, luego de la detención de Guzmán, los miembros del Comité Central que quedaban libres hasta entonces (Óscar Ramírez Durand, Margie Clavo Peralta, Pedro Quinteros Ayllón, Jorge Olivares del Carpio, Nidia Vásquez Zevallos y Jenny Rodríguez Neyra) se reunieron en la clandestinidad y acordaron continuar con la lucha armada, pero luego se produjo un cambio.

“A partir del 2001 asumí la posición de adhesión a la solución política y negociación global a los problemas derivados de la guerra interna”, explicó ‘Artemio’ al fiscal Marcos Guzmán.

“Entonces las acciones armadas contras las fuerzas del orden se concentraban en función de una amnistía general para ambas partes que participaron en la guerra”, lo que incluye la excarcelación de Abimael Guzmán. “Las acciones armadas obedecían a ese objetivo”, precisó.

Fuente: La República