“Perú solicita resolver este litigio en base a la jurisdicción de los derechos del mar establecidos en la Convención del Mar”, señaló el jurista al inicio de su alocución.

Pellet remarcó que la postura de Chile es “fragilísima” y reiteró que no existe ningún acuerdo fronterizo, pues los acuerdos pesqueros de 1952 no delimitaron fronteras.

En ese sentido, recordó que el planteamiento peruano de la línea bisectriz en la zona de controversia se ha usado en otros casos, como el de Rumania contra Ucrania y Nicaragua contra Colombia.

“Lo que se plantea es el reparto igual de los espacios que se solapan”, explicó al sostener que la solución de la controversia debería hacerse en tres etapas: Línea de delimitación temporal; Línea de ajuste o traslado de la línea de equidistancia; y verificación.