John Unger, un residente de Bayfield, en el estado de Wisconsin, Estados Unidos, había adoptado a Schoep cuando tenía solo ocho meses.

En ese momento, vivía con su entonces prometida, pero la relación con ella no funcionó. Luego de separarse, ambos mantuvieron una custodia conjunta del perro durante un tiempo, hasta que Unger se lo quedó definitivamente.

En esos momentos de gran soledad y depresión por la separación, una noche estuvo muy cerca de suicidarse. Sin embargo, gracias a Schoep evitó quitarse la vida y de a poco fue saliendo adelante.

Por la avanzada edad que alcanzó, el perro pasó sus últimos años sufriendo graves dolores por la artritis, que su amo calmaba llevándolo a un lago para que tomara baños de agua cálida.

Con el tiempo, Unger y Shoep, que crearon su propio perfil de Facebook, se hicieron famosos, y su relación empezó a tener numerosos admiradores.

Por eso, miles de personas en todo el mundo lloraron cuando en julio pasado, Unger escribió en su perfil lo que nadie quería escuchar: “Respiro, pero no puedo respirar. Schoep murió ayer”.

Para asegurarse de que su memoria se mantenga viva, Jennifer Wallick, una fan de la pareja, realizó un video en tributo a Schoep y a Unger, titulado “A papá con amor, Schoep”.