El holandés Johann Hubert consideró que esta época es similar a la que existía antes de la catástrofe bíblica y para salvarse construye junto a su familia un ’Arca de Noé’.

“Los tiempos de Noé eran malos, los hombres se mataban por nada. Ahora vivimos en una época similar, hay conflictos militares en todo el mundo y la vida humana no vale nada”, dijo el hombre.

El constructor holandés hizo su obra conforme al Antiguo Testamento. Su coloso de madera es de 300 “codos” de longitud (unos 13 y medio metros), cincuenta de ancho (2,2 metros) y treinta de altura (1,3 metros). A bordo hay reservas de agua potable y alimentos, incluidas frutas y las verduras suficientes para una larga travesía.

La primera persona en apoyar su iniciativa fue su hija Debra, pero se han unido también otros parientes. La familia lleva ya tres años cortando, puliendo y clavando su proyecto.