Los hermanos Harry y Jimy Cano Dávila, y Juan Quispe Garay fueron atrapados a balazos por la Policía Nacional. Ellos forman parte de los “sicarios de Bayovar”, quienes el pasado 3 de marzo, acribillaron a Alcedo Urrego y lo dejaron cuadraplégico.

Los criminales, para que retire la denuncia penal que les hizo su víctima, le enviaron a su casa una corona de flores y una granada de guerra.

Ellos intentaron matar al dirigente de Construcción Civil Urrego, ya que lo consideraron como un estorbo para las extorsiones contra las empresas de construcciones de San Juan de Lurigancho.