Sheri Kassalias había aceptado cuidar a una zarigüeya huérfana llamada Opie hasta que estuviese lo suficientemente fuerte como para cuidarse por sí misma en el exterior. Sin embargo, no tenía idea de que el animal terminaría viviendo con ella.

“Opie fue tan dulce cuando me pidió que la cuidase. Incluso se subió a mi manga”, dijo Kassalias, quien labora como una rescatadora de perros y zarigüeyas, al portal The Dodo.

La zarigüeya incluso comenzó a lamer a la mujer, demostrándole afecto, como lo hacen los gatos.

Kassalias liberó a otras dos zarigüeyas que venía cuidando desde hace algún tiempo, pero ya sabía qué iba a hacer en el caso de Opie.

La mujer pudo haber cortado todo tipo de contacto con Opie para asegurarse de que el animal aún era liberable, pero al final decidió quedarse con la zarigüeya para siempre.

Actualmente, Opie vive junto a su dueña y su esposo, sus dos perros y su tortuga de 25 años, en su vivienda en Carolina del Sur.