El jefe de la División de Delitos de Alta Tecnología (Divindat) de la Policía, Óscar Gonzales, indicó que los hampones colocan el escáner, que usan para copiar la información, en las cerraduras digitales de los bancos por donde el usuario debe pasar su tarjeta para poder ingresar.

Seguidamente, se contactan con estudiantes universitarios quienes, a cambio de dinero, abren una cuenta corriente para que los facinerosos puedan transferir lo robado.

“Muchos jóvenes están siendo incautos o están siendo cómplices, creyendo que es una simple ‘palomillada’. Sin embargo, luego se podrían ver inmersos en problemas”, sostuvo.

Asimismo, el jefe de la Divindat recordó que los plásticos pueden clonarse en cuestión de segundos, ya sea en un restaurante o en un grifo, o a través del uso del ‘skimming’, un pequeño aparato que sustrae la información de la banda magnética de la tarjeta, informó Perú 21.