Una australiana de 22 años, Erin Langworthy, sobrevivió “de milagro” a una zambullida de más de 100 metros de los rápidos del río Zambeze, en África, cerca de las cataratas Victoria, debido a un salto con elástico en el que la cuerda se rompió.

Unos segundos después de saltar desde una altura de 111 metros sobre el río fronterizo entre Zambia y Zimbabue, la cuerda se rompe. La mujer se estrelló contra el agua, con los pies todavía atados, antes de ser llevada por la corriente.

“Todo se volvió negro. Sentía golpes por todo lado. Gradualmente, a medida que me llevaba la corriente, el agua se hizo más fría, lo que me hizo recuperar la conciencia”, manifestó Langworthy.

Sin embargo, logró nadar hasta la orilla del río, con los pies todavía atados. “Fue bastante aterrador, porque en varias ocasiones la cuerda quedó atrapada entre las rocas y tuve que bucear para liberar la cuerda. Sí, de hecho, es un milagro que haya sobrevivido”, finalizó.