Todo el terror que causó la serie de películas Alien fue plasmado en un museo ubicado en la localidad suiza de Gruyères, en el cantón de Friburgo, uno de los principales puntos turísticos del país. El espacio fue abierto en 1998 en honor a H.R. Giger, el creador del monstruo extraterrestre, y enfrente se encuentra un bar que es su anexo y cuya decoración, totalmente inspirada en el imaginario de Giger, atrae a los visitantes tanto como el museo.

Uno de los espacios más extraños en el planeta es el Museo del Mal Arte (MOBA por sus siglas en inglés), en Boston. Tal como lo indica su nombre, el lugar está dedicado a la colección, preservación y exhibición de las peores obras de arte en todas sus formas posibles. Fue inaugurado en 1993 por el marchante de arte Scott Wilson.

También en la capital del estado de Massachusetts se encuentra otro de los museos más insólitos que existen sobre la faz de la Tierra: el de la basura de los famosos. En este lugar se recopilan los desperdicios encontrados en el cubo de basura de muchas celebridades.

América Latina también alberga dentro de su territorio a una extravagante galería. Se trata del Museo de las Momias de Guanajuato, en México, que guarda en su interior 111 cuerpos de mujeres, hombre y niños momificados que son naturales, ya que no pasaron por un proceso de conservación o embalsamiento.

Menos grotesco, aunque no por eso intrascendente, es el Museo de Ciencia y Planetario de Miami, creado para aquellos interesados en la vida extraterrestre. Más conocido como el “Museo de los ET”, el estrafalario espacio en la mayor ciudad del estado de Florida se abrió aprovechando las imágenes falsas de una autopsia realizada a un presunto habitante de otro planeta.

En la actualidad además hay otras imágenes de figuras de “marcianos” de películas de ciencia ficción y modelos de trabajos manuales interactivos, con la intención de que el visitante juegue a explorar la posibilidad de vida extraterrestre.

Otro grotesco museo es el Psiquiátrico de Glore, que se encuentra en Saint Joseph, Missouri, en EE.UU. Los pasillos del lugar muestran la historia de 130 años del Asilo Estatal de Lunáticos, y también pueden observarse los objetos dejados por los internos que estuvieron alojados allí, entre ellos algunos extraídos del estómago de una paciente.

Desde hace más de 30 años la ciudad turca de Avanos, ubicada en el centro de ese país, cuenta con uno de los museos más extraños del mundo: el del cabello. Éste se halla dentro de una cueva en la que hay más de 16.000 muestras de pelo de mujeres, junto a sus nombres y direcciones de dónde residen.

Por último, otra “joya” de las rarezas a nivel de museos es el de la Ventriloquía, en Kentucky, Estados Unidos. Dentro de sus espeluznantes instalaciones hay más de 700 muñecos además de fotografías, pósters y libros, algunos desde el año 1700. El fundador de esta galería fue William Shakespeare Berger, quien fue presidente de la Hermandad Internacional de Ventrílocuos durante 20 años.

Fuente: Infobae.com