Una pareja de arquitectos que renovaba una antigua casa en Inglaterra, quedó aterrada cuando un gato momificado cayó sobre ellos desde un techo.

Andrew y George Hartley estaban desmantelando el techo y eliminando yeserías de un edificio del siglo XVIII, en Knaresborough, North Yorkshire, cuando el cuerpo del felino cayó sorpresivamente.

Los expertos señalaron que el gato está muy bien conservado, y se cree que ha estado más de 100 años en ese lugar.

Hace más de un siglo, en algunos casos, los gatos momificados se utilizaban como un amuleto “para ahuyentar los malos espíritus”.