Un zorro urbano atacó a un bebé de cuatro semanas de nacido en su casa y le arrancó un dedo de la mano. El hecho se produjo el último miércoles, en el barrio de Bromley, al sur de Londres.

La madre acudió en defensa de su hijo al oír un fuerte grito, y presenció el ataque del zorro, al que ahuyentó a patadas. Afortunadamente para el bebé, los médico pudieron reponerle el dedo.

Este suceso provocó que el alcalde de la ciudad, Boris Johnson, se manifestara al respecto: “Parecen muy lindos y románticos, pero en realidad son una peste y una amenaza”, afirmó el político conservador en alusión al gran números de zorros que proliferan en la zona.

Por su parte, la Sociedad protectora de animales subrayó que los ataques de zorros a personas “son muy infrecuentes” y normalmente se deben a que “están asustados”.

Fuente: EFE