La fotógrafa británica Jo Broughton elaboró una serie titulada “Empty Porn Sets” (Sets vacíos) donde retrató el peculiar encanto que tienen los set vacíos después de que dos o más personas los utilicen para grabar las fulgurantes escenas del cine para adultos.

Jo Broughton estudiaba fotografía en Essex, Reino Unido. Debía realizar su práctica y desde la universidad la enviaron a un “estudio de moda”. El estudio de moda al que la enviaron no era más que una productora encargada de grabar películas porno.

Gracias a este “error administrativo”, Broughton pudo realizar la serie que si bien en su momento (2000) no tuvo éxito debido a el tabú que existía para hablar de pornografía, hoy si ha alcanzado mayor impacto gracias a la mayor apertura de temas y, por sobre todo, la seriedad con la que hoy se puede hablar de porno.

Broughton consiguió fotografiar los set gracias a que, además de hacer su trabajo de asistente de dirección, también hacía de recepcionista y muchas veces tuvo que ordenar o limpiar los sets que se usaban para rodar películas porno.