La suerte parecía estar echada para estas dos ranas en una escena que pone los pelos de punta a cualquiera que la aprecia.

A medida que toman el sol en un parque en Indonesia, un cocodrilo se cierne detrás de ellas con las mandíbulas extendidas lista para sean sus próxima presa.

Pero milagrosamente, el depredador cambia de opinión en el último momento, y simplemente se estaciona al lado de los dos anfibios.

El fotógrafo vio cómo el cocodrilo se acercó lentamente a las ranas, tras abrir sus fauces y aparentemente amenazando con tragárselas enteras.

Pero el reptil estaba tratando de enfriarse abriendo su boca para regular su temperatura corporal después de pasar la mañana tomando el sol.

“Lo que me gusta de esta imagen es que parece tan inusual. Todo el mundo consideraría que el cocodrilo captura a las ranas”, contó a Daily Mail el fotógrafo.