Al respecto, Jorge Mansilla, investigador de la Defensoría del Pueblo, indicó a la agencia AP que esa cifra podría generar un escándalo en el extranjero si se compara con otros países como Bolivia, Ecuador, Chile o Colombia.

La policía ha matado a 26 manifestantes desde enero del 2006, según la Asamblea de Derechos Humanos de Bolivia. En Colombia seis personas han muerto desde el 2000 hasta el 2011, según el Centro de Investigación y Educación Popular.

Los manifestantes contra el proyecto minero Conga señalaron que la Policía utilizó municiones de armas tipo Kalashnikov y Galil para reprimir las protestas en Celendín, que dejó cinco muertos, entre ellos un menor de 17 años.

Normalmente, las fuerzas peruanas de seguridad utilizan gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los huelguistas. El Ministerio del Interior se negó a proporcionar información sobre el arsenal de la Policía y solo un portavoz, Ángel Castillo, dijo que las provisiones “son adecuadas”.