Con un peso de 368 kilos, el británico Keith Martin, de 42 años, se convirtió en el hombre más gordo en el mundo. En un día cualquiera en su casa en Londres llega a ingerir unos 8 hot dogs, varios sándwiches de jamón, varias barras de chocolate, pasteles, fiambres y papas fritas.

Es atendido por 18 profesionales de la salud que cuidan de él y lo transportan al hospital por sus frecuentes visitas médicas, especialmente para el chequeo de su corazón.

La obesidad mórbida que azota a Keith estaría vinculada con la muerte de su madre cuando era un adolescente. “Después de la muerte de mi madre, me dedique a comer”, dijo al Daily Mail.

Sin embargo, el británico no parece tener la motivación para bajar de peso hoy en día. Para poder encarar algún tratamiento como la instalación de una banda gástrica, primero debería rebajar la mitad de su peso.

Keith Martin toma el relevo del mexicano Manuel Uribe, quien tenía el récord anterior para el hombre más pesado del mundo.