Pese a todos los esfuerzos, la corrupción sigue siendo un mal endémico en el país. Según el ‘Índice de Percepción 2012’, publicado por Transparencia Internacional (TI), Perú ocupa el puesto 83 de 176 países.

En ese sentido, nuestro país obtuvo un puntaje de 3,8 (de un máximo de 10), variando muy poco con respecto al 2011.

La corrupción afecta el crecimiento económico del país. En el corto plazo reduce la capacidad productiva, llevando la producción por debajo de su nivel potencial. También afecta las posibilidades de crecimiento.