Los humanos se establecieron en América del Sur en una sola migración, no mucho después de que sus antepasados cruzaran desde Siberia a Alaska durante la última Edad de Hielo. Hasta ahora había argumentos a favor de la existencia de una segunda migración.

Los científicos argumentaban su postura por la existencia de diferentes formas de cráneos humanos: algunos largos y estrechos y otros más redondos.

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Según la revista “Nature”, para evaluar la posibilidad de la existencia de una segunda migración el antropólogo biológico Lars Fehren-Schmitz y su equipo de la Universidad de California obtuvieron permiso para estudiar cinco esqueletos humanos excavados en el yacimiento Lauricocha, que se conservan en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú en Lima.

El equipo secuenció el ADN de sus mitocondrias, orgánulos celulares que se pasan directamente de la madre al hijo, y encontraron que todos los humanos descendían de líneas maternas comunes entre los indígenas modernos y antiguos de América del Norte y Sur.

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Los cromosomas Y de los varones los ubican en un linaje que surgió en la región alrededor del estrecho de Bering hace unos 17 mil años, momento ampliamente aceptado de la migración humana original en las Américas.

Este estudio de ADN confirma que al menos los humanos del yacimiento Lauricocha descienden de los primeros seres humanos que llegaron a las Américas, avalando la existencia de una única migración hacia América del Sur.

Fuente: Actualidad RT