Los coordinadores del V Gran Corso por la Vida y la Familia, que organiza anualmente la Coordinadora Regional por la Vida, con motivo del Día del Niño por Nacer, no salían de su asombro al comprobar que fueron más de 120 mil personas las que participaron de este evento que paralizó la ciudad, durante la mañana del 26 de marzo. “Nosotros calculamos que el 50% de las personas pertenecía a alguna de las 500 delegaciones contabilizadas, pero el otro 50% fueron personas, familias, grupos de jóvenes en su mayoría, que se unieron espontáneamente a esta manifestación por la vida y la familia”, aseguró Neldy Mendoza de Chávez, presidenta del comité organizador.

Desde las 9.30 horas se congregaron las delegaciones alrededor del Parque Selva Alegre, lugar escogido por la amplitud del lugar. A las 10:00 horas, se inició el recorrido que atravesó las principales calles del Centro Histórico de la ciudad. Con carteles, pancartas, polos blancos y celestes, muchos globos y arengas creativas, los participantes recorrieron las calles, uniéndose a ellos cientos de personas espontáneamente, lo que causaba en determinado momento que se detuviera la movilización. Al promediar las 11:10 horas, la última delegación partió, cuando, provenientes de la calle Rivero, retornaba la primera delegación. Es decir, por más de dos horas la ciudad se paralizó en el sector del Cercado.

El fin de fiesta de esta manifestación, duró hasta las 14:00 horas en el Parque Selva Alegre, punto final también de la concentración. Allí varias autoridades enviaron su saludo a los reunidos, animándolos a continuar con la defensa irrestricta de la existencia humana, desde su concepción, hasta su fin natural. “Este Corso, más que un mensaje a la juventud es un mensaje a nosotros los adultos, ya que los jóvenes tienen las ideas claras y con esta participación masiva de ellos nos exigen a las autoridades a escuchar su pedido de que no los engañen, no los empujen a prácticas inhumanas que los llevan a la destrucción de ellos mismos”, manifestó el Arzobispo de Arequipa, Mons. Javier Del Río Alba.