Una mujer de la localidad de Palmetto, en la zona de Tampa, en Florida, se dio el susto de su vida al entrar al cuarto de baño el pasado fin de semana. Sin ir más lejos, y reptando por el suelo, se topó de bruces con un caimán de más de dos metros.

Según ha explicado esta ciudadana estadounidense, Alexis Dunbar, lo único que pudo hacer es gritar al ver al animal en el suelo del baño.

Su novio, alertado por los chillidos de su pareja, colocó una pequeña mesa delante de la puerta del cuarto de baño para mantener al cocodrilo en el interior hasta que los miembros de la Florida Fish and Wildlife Conservation Commission se presentaron para llevárselo.

Dunbar explicó que el cocodrilo presumiblemente utilizó la puerta del perro de su patio trasero para colarse en la casa. La primavera es la época de apareamiento de los caimanes y los expertos instan a la población de la zona a ser extremadamente prudentes, sobre todo cerca del agua.