Los muertos por el devastador terremoto que el viernes sacudió el noreste de Japón se elevan ya a 977, mientras hay 739 desaparecidos, según el último recuento oficial difundido por la Policía nipona.

Se espera que la cifra aumente con el paso de las horas, puesto que las autoridades de la provincia de Miyagi han advertido de más de 10.000 personas sin localizar, la mayoría habitantes de un mismo pueblo, Minamisanriku, arrasado por el tsunami que siguió al seísmo.

También hay 1.167 personas desaparecidas en la provincia de Fukushima, según el recuento de las autoridades locales.

El Gobierno ha ordenado el despliegue de 100.000 efectivos militares en las zonas afectadas, mientras que a Japón han empezado a llegar los primeros equipos de rescate enviados por otros países.

Además de las labores de rescate, la atención se centra en la situación de dos centrales nucleares de Fukushima, donde hay varios reactores con problemas de sobrecalentamiento después de que el terremoto dañara su sistema de refrigeración.