El mayor FAP Jorge Manuel Olivera Santa Cruz murió la noche del último viernes en un jardín de la pista de aterrizaje cercana al hangar número 2 de la Base Aérea Las Palmas, en Surco.

Su esposa, Elizabeth Gonzales, descartó enfáticamente la posibilidad de que se haya suicidado. “Teníamos ocho años de casados. Hace cuatro meses se había convertido en papá. No creo que se haya matado. Éramos una familia feliz”, dijo muy afectada.

Según la viuda, el oficial Olivera ingresó a las 10 de la noche del mismo viernes a trabajar. Se desempeñaba como jefe de servicios en la citada base. Veintiséis minutos después, contó Gonzales, recibió la llamada de su esposo, pero no escuchó palabra alguna. “Se oían ronquidos. Yo le gritaba: ‘¿Cholito, cholito?’ y no me respondía”, precisó.

En la madrugada del sábado la llamaron de la FAP para reportarle la muerte de su cónyuge, que tenía un tiro en el lado derecho del estómago. Ella se quejó porque no le dejaron ver el cadáver y reclamó porque no han encontrado el casquillo de la bala que acabó con la vida de su pareja.

A través de un escueto comunicado, la FAP no precisó si el oficial fue víctima de alguna agresión, si se trató de un accidente o si se suicidó.

Fuente: Perú 21