Una reciente investigación reveló que un juez puede ser más indulgente a primera hora de la mañana y luego del almuerzo porque antes de tomar su decisión ha ingerido alimentos.

Un grupo de investigadores estadounidenses analizó más de mil decisiones de jueces israelíes encargados de los tribunales que conceden o no la libertad condicional a los prisioneros.

“Encontramos en la secuencia de casos que la probabilidad de un fallo favorable es mayor en el comienzo de la jornada de trabajo, o después de una pausa para alimentarse”, señaló el estudio publicado en la revista ‘Proceedings’, de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

Asimismo, los investigadores hallaron que al inicio de una sesión judicial más del 65 por ciento de los fallos son favorables para los reos. Y al final del primer turno la posibilidad de una decisión benévola disminuyó casi a cero. Lo mismo ocurrió luego del almuerzo.