Lo más curioso es que el japonés no alimentaba a los animales con el típico pienso para felinos, sino que les compraba la comida más cara y deliciosa, como pescado fresco y pollo.

Este hombre desempleado irrumpía en las casas y robaba dinero, joyas y otros objetos de valor. En total, Demizu logró robar 32 casas y la cantidad robada asciende a 185 mil dólares.

Una vez detenido, Demizu confesó que gastaba hasta 250 dólares al día en el menú de los felinos, aquellos que ya tenía en casa pero sobre todo los cimarrones.

“Les daba pescada fresco y carne de ave, y no comida para gatos baratas”, explicó en la policía.

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