La creciente inflación en Irán ha convertido en un verdadero lujo comer carne de pollo. Los funcionarios iraníes aconsejan a la televisión local evitar la transmisión de escenarios donde se coma este animal.

“El cine es una ventana de la sociedad. Después de ver películas sobre la vida de los ricos, algunas personas pueden coger un cuchillo y exigir su parte de los bienes públicos. La televisión no debe ser un escaparate del nivel de vida inaccesible de los ciudadanos”, dijo en un comunicado el ministro del Interior, Esmail Ahmadi.

La decisión de los funcionarios iraníes se basa en que tales escenas podrían provocar la envidia, el odio y la agresividad de la población, al considerarse este tipo de alimento un “lujo”, informó Tuteve.Tv.